Pedro estaba jugando con el
camión que le regaló su padre.
- ¡Pedro, ven rápido!
Le llamó Gabriela, su hermana,
desde su habitación.
- Mira lo que llegó al
ordenador. ¡Un plano de un tesoro!
Pedro estaba asombradísimo, el
ordenador de Gabriela era fantástico, hacía juegos, música y teléfono. Y ahora,
¡un plano de un tesoro!
- ¿Dónde está ese tesoro?
Le preguntó Pedro a su hermana
- Es aquí cerca. ¡Vamos a
buscarlo!
A Pedro se le iluminaron los
ojos. ¡Iría con su hermana a buscar un tesoro!
Gabriela era muy importante para
Pedro, le ayudaba a vestirse, arregló el camión cuando se rompió y siempre le
hacía cosquillas.
Gabriela tomó el plano y salieron
como exploradores.
- Aquí dice que tenemos que ir
al río… por la orilla…y allí estará el tesoro
Dijo señalando una cruz en el
papel
Caminaron hasta el río y Pedro
no se cansó. Llegaron a un merendero donde veían varias mesas.
- Tiene que ser aquí. Busquemos
un cofre… así de grande
Le agregó mientras ponía sus
manos, una cerca de la otra. Y comenzaron a buscar entre las plantas, los
bancos y bajo las mesas.
Justo debajo de una mesa con
platos y vasos, Pedro vio un brillo. Allí miró y encontró un cofre. Justo como
le dijo su hermana… dorado y brillante.
- ¡Lo has encontrado!. No lo
abras. Has de pensar en cosas bonitas antes. Cierra los ojos y piensa.
Pedro pensó en su hermana, sus
padres, su abuelo y en sus juguetes
Abrió el cofre y encontró un
papel enrollado. Su hermana lo tomó y se lo leyó
“Tu tesoro no cabe aquí… está
alrededor tuyo”
Alrededor de Pedro estaban sus padres,
el abuelo, su hermana y sus mejores amigos que habían venido a festejar su
cumpleaños
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